HISTORIA DE LA PARROQUIA

CAPILLA DOCTRINERA DE BOSA, SÍMBOLO DE AMNESIA BOGOTANA

La Parroquia de San Bernardino de Bosa guarda una historia que los siglos erosionaron en la memoria de los bogotanos. Por eso hay que empezar a unir los fragmentos de las épocas para recordar un pasado que por ser de ladrillo se negó a pasar.

El siglo XVI fue testigo del encuentro entre el adelanto Gonzalo Jiménez de Quesada y el Cacique Techotibá dueño y señor del poblado de Bosa.

Dos años después, es decir en 1540, se construye una capilla dedicada a la Virgen de los Dolores, que serviría para adoctrinar a los indios bajo la dirección de los padres Franciscanos.

Esa primera capilla doctrinera, donde se enseñó al pueblo de lengua Chibcha, los misterios de la religión católica, sobrevivió hasta finales del siglo XIX.

Pero parece que no fue suficiente la congregación de indios entorno a esa primera iglesia y hubo necesidad de construir otra para colaborar en la difícil tarea del adoctrinamiento.

La segunda Iglesia tuvo como titular a San Bernardino de Sena, hoy parroquia de San Bernardino de Bosa.

Del origen de aquella primera piedra quedó constancia escrita debido al contrato realizado entre el Capitán Luis de Colmenares y el albañil Domingo Moreno, para la construcción de las iglesias de Bosa y Soacha.

En el primer párrafo del citado documento se lee : En la ciudad de Santa Fe a treinta y un día del mes de diciembre de mil seiscientos ante mí el Escribano de su majestad, Oidor de la Real Audiencia de este Reino y Visitador General y cumpliendo con los ideales de su Majestad que manda que se hagan iglesias de los indios suficientes para que sean adoctrinados y a conformidad de su comisión general se ha convenido y concertado con Domingo Moreno, albañil y cantero de esta dicha ciudad para que haga dos iglesias. Una en el pueblo y sitio de Bosa y la otra al pueblo que llaman de Soacha, de la encomienda del Capitán Luis Colmenares, por tener cada uno de ellos número suficiente de indios para tener doctrina .

El contrato estableció que le daba plazo a Domingo Moreno, de un año y medio para la culminación de la obra contado apartir del primero de febrero de 1601.

Adelantándose un poco a lo que serían las obras del futuro Bogotá, la capilla empezó a edificarse sólo hasta 1618.

En 1640 se abren los primeros libros parroquiales y se inició la atención al público con 50 sacerdotes de la comunidad franciscana bajo la dirección del sacerdote Andrés Gutiérrez.

Orar y conservar Sobre la capilla doctrinera de Bosa se pueden escribir varios libros porque es un símbolo vivo del choque cultural de dos razas que separadas por un océano de distancias humanas se unieron en una misma fe.

En su interior se conservan piezas de singular belleza como el retablo del altar mayor, algunos vasos sagrados y varios cuadros de imágenes religiosos de singular valor realizados por pintores del tiempo de la Colonia.

En el acta de visita realizada por Paulo Correa León, Obispo Auxiliar y Vicario General del Cardenal Arzobispo de Bogotá en 1957, se recomienda que la capilla se mantenga en la misma forma evitando el deterioro y el enajenamiento, de acuerdo con lo establecido por el derecho canónico en relación con los bienes eclesiásticos.

Un inventario sobre los cuadros de la capilla realizado en 1989, permitió la restauración de 12 cuadros de Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos que fueron llevados a la curia y actualmente reposan en la Pinacoteca del Palacio Arzobispal.

En 1994, la capilla está al cuidado del Sacerdote Rafael Angel, que lucha en solitario por mantener esa reliquia de dos culturas.

En sus muros queda pregunta para la ciudadanía de Bogotá, qué significaría rescatar la capilla doctrinera de Bosa, para un país contagiado de una amnesia histórica total? PUEBLO MUISCA Entre las muchas cosas que sucedieron en el territorio muisca de Bosa antes y después de la llegada de los españales están las siguientes: El Dios Bochica subió a la Sabana por Bosa procedente de Pasca, según lo establecen los cronistas de indias.

Gonzalo Jiménez de Quesada llegó a esa región en 1538 con 176 hombres y dos frailes que fueron los primeros en impartir la doctrina de Cristo.

La iglesia de San Bernardino de Bosa fue construida por albañiles y carpinteros entre los que se contaban, españoles, mulatos e indios jornaleros.

El costo total de la obra fue de 1.200 pesos de oro pagados en tres tercios.

El primer sacerdote que ofició misa fue el padre Pedro Mendinetsiu de la Comunidad Franciscana.

La capilla ha pasado por las manos de varias congregaciones religiosas de la siguiente manera, Padres Franciscanos de 1540 a 1757, Sacerdotes Diocesanos de 1758 a 1900, Comunidad Salesiana de 1901 a 1907, Sacerdotes Diocesanos 1908 a 1923, Padres Claretianos de 1923 hasta la actualidad.

En su interior reposan los restos de varios sacerdotes como por ejemplo, el padre José Porras, que fue perseguido y confinado en Santa Fe durante la época del terror de 1816.

En 1830 se bendice un cementerio ubicado al lado de la iglesia y destinado para los pobres.

 Publicación: el tiempo.com          

Sección:  Vivienda

Fecha de publicación :10 de septiembre de 1994

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